RECYCLE BE es un proyecto ecológico que sustituye el tanque de aguas residuales tradicional por un tanque portátil de PVC, a través del cual se puede producir gas metano, electricidad, fertilizantes y filtración de agua para la agricultura pecuaria.
Vivir y dejar vivir a la naturaleza. Los proyectos ecológicos cada vez son más frecuentes en los últimos tiempos, con el instinto de minimizar los impactos de nuestra presencia en el medio ambiente y luchar contra los crecientes cambios climáticos que han asolado el mundo. En esta dirección nació el proyecto RWECYCLE BE, desarrollado por Patrick Gomes, alumno de cuarto año de arquitectura en la Universidad Jean Piaget de Cabo Verde. La idea propone sustituir la fosa tradicional por un tanque de aguas residuales portátil con innumerables ventajas, tanto para el medio ambiente como para la familia que adopte este estilo de vida, más respetuoso con el medio ambiente.
El proyecto, en la fase inicial de implementación, prevé por ahora, la reutilización de aguas residuales y la producción de más gas metano para la cocina. La primera fase, que va a beneficiar a una familia de Ribeira de Palmarejo Grande, fue patrocinada por el programa Accelerator Lab, en el PNUD.. Recycle Be cumple las funciones de las actuales fosas sépticas, pero sin ser perjudicial para el medio ambiente y para las propias construcciones, según explica el promotor. "En la construcción de una habitación o cualquier edificio que tenga áreas húmedas o de servicios que utilice agua, construimos tanques como recolectores de aguas residuales que separen el agua de los excrementos, pero estas aguas no son aprovechadas para el uso y mucho menos tratadas. Con el tiempo este agua acaba contaminando las aguas subterráneas, y acaba deteriorando el propio entorno. Nuestra creación acaba con este problema y le da un mayor y mejor uso a estas aguas".
Filtrado y reutilización del agua
La idea, según cuenta Gomes, surgió después de constatar que, a pesar de que utilizamos una cantidad considerable de agua cada día, especialmente para la higiene personal y del hogar, ese agua se desperdicia mientras que la población sigue sufriendo los efectos de la escasez de lluvias y de agua para la agricultura. La intención de este proyecto es aprovechar esas aguas y canalizarlas para un uso beneficioso. De esta forma, toda el agua utilizada en la habitación es canalizada en un tanque, donde pasa por, al menos, tres fases de filtrado, hasta estar en condiciones de ser reutilizada para la irrigación del suelo e incluso para el consumo de los animales. "Por su modelo y practicidad, este mecanismo fue pensado como apoyo a la vida rural, pero también es posible adaptarlo a la vida urbana con garantías, los centros de lavado (car wash), el riego de áreas verdes o la limpieza de las calles entre otras son algunos de los ejemplos". El filtrado se hace de manera natural, con material naturales y de forma autónoma.
Producción de gas
Durante el proceso de filtrado, tras la primera barrera del tanque, quedan depositadas las aguas negras, o lodo, que después es transferido para otro tanque, donde se produce el gas metano. Todavía es posible, según el promotor, producir electricidad a través de ese gas, vertiente que por el momento sigue inexplorada.
Máquina de vivir
Se trata de un proyecto autónomo, que no interfiere con la rutina de la familia y abastece varios sectores, desde el agua de riego, el gas, la electricidad o fertilizantes. "Es completamente autónomo en su producción y funcionamiento. Sólo depende del ser humano para satisfacer sus necesidades básicas, como el uso del baño, la cocina y limpieza, es decir, toda la actividad normal dentro de una habitación" explica.
Será una familia de Ribeira de Cova Mioto, en Palmarejo Grande, la que pondrá en marcha el proyecto con el primer prototipo a tamaño real.
Fuente: a naçao