En este período estival y con las sucesivas olas de calor, surge de forma aguda el problema de la gestión del oro azul. Por supuesto, Marruecos, a pesar de las sequías intermitentes, consigue gestionar sus recursos hídricos para satisfacer la demanda de la población y los distintos sectores de actividad. Aunque no tengamos que quejarnos como otros países de la región, los medios informan de escasez de agua potable en zonas remotas donde los ciudadanos se reúnen en fila india para obtener este preciado recurso. El estrés hídrico también es una realidad marroquí.
Fuente: lebrief.ma
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