El Primer ministro defiendo que África debe tener un papel central en la reducción de las emisiones de gas de efecto invernadero


En la sesión de apertura de la Conferencia Internacional sobre el Clima y el Desarrollo, organizada por la Comisión Económica de las Naciones Unidas para África (UNECA) y que tiene lugar a lo largo de esta semana en la isla de Sal, Ulises Correia e Silve defendió que los países africanos deben llevar una posición común para el COP26, que se realizará en Glasgow, y en la que África debe desempeñar un papel central "en los esfuerzos globales para reducir emisiones de gases de efecto invernadero y limitar el calentamiento global a 1,5 grados Celsius".

Según el primer ministro, el continente africano es, de todos, "el continente que produce menos emisiones de gases de efecto invernadero ", un total global del 4%, pero es, al mismo tiempo, aquel que "sufre más las consecuencias de las alteraciones climáticas". "Este porcentaje no debe ser aumentado con la transferencia de responsabilidades climáticas "de los países desarrollados. Al contrario, las necesidades energéticas e industriales que tiene África deben ser suprimidas por tecnologías limpias, eficientes y amigas del medio ambiente", defendió ante los responsables gubernamentales venidos del continente africano. La abundancia de energías renovables en todo el continente es "una gran oportunidad industrial y de creación de empleos''. África tiene recursos renovables abundantes". 

Mientras tanto, prosiguió Ilisses Correia e Silva, es "necesario asegurar que la agenda de financiamiento climático" no sea perjudicada por la crisis de la pandemia COVID-19. "El financiamiento climático debe estar a la altura de los desafíos y de su acceso más facilitado a través de canales bilaterales y multilaterales", apeló, añadiendo que por otro lado el alívio de la deuda externa de los países en desarrollo y de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (SIDS según su sigla en inglés) debe ser encarada "con sentido de prioridad".

La crisis pandémica, defendió Ilisses Correia e Silva, llevó a que muchos países aumentaran su deuda por la "gran contracción económica y los gastos extraordinarios para la protección sanitaria". Ahora estos países enfrentan un triple desafío, apuntó: responder a la crisis pandémica y relanzar sus economías; alinear sus respuestas preventivas a la acción climática; e invertir en transformaciones estructurales que aumenten la resiliencia, el potencial de crecimiento económico y las posibilidades de alcanzar el desarrollo sostenible. 

Estos desafíos encuentran respuesta, según el jefe de gobierno, en la igualmente triple "dimensión interrelacionada del financiamiento: financiamiento para vencer la pandemia,especialmente para el acceso universal a la vacuna;  financiamiento para la acción climática, e iniciativas de adaptación y mitigación y; financiamiento para la agenda 2030 del desarrollo sostenible."
 
Fuente: expresso das ilhas

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